miércoles, 29 de octubre de 2014

Diabetes Mellitus: Aprendiendo a ser conscientes de la enfermedad

La diabetes mellitus es una de las muchas enfermedades crónicas comunes en nuestro país. Puede surgir en cualquier momento de la vida y afecta a muchas áreas de la misma. A día de hoy existen tratamientos médicos y farmacológicos muy eficaces para convivir con ella, pero todavía no existe una cura total.
Hablamos de la diabetes desde el punto de vista psicológico debido al gran impacto que tiene en la vida de las personas que padecen esta enfermedad y de los posibles problemas psicológicos asociados a la misma.
Sin entrar en grandes detalles médicos, vamos a hablar de dos tipos de diabetes mellitus:
  • Diabetes tipo I (insulino-dependiente): Se trata de una enfermedad autoinmune caracterizada por la progresiva destrucción de las células del páncreas que provoca una deficiencia absoluta de insulina en el cuerpo. Por ello, precisa de administración externa de insulina, así que la persona debe instaurar en su día a día hábitos de prevención y atención constantes para evitar y tratar las graves consecuencias de la enfermedad.
  • Diabetes tipo II (no-insulino-dependiente): Se trata de una enfermedad metabólica caracterizada por altos niveles de glucosa en sangre debido a una resistencia celular a la insulina combinada con una secreción insuficiente o deficiente de la misma por el páncreas. Al igual que en la diabetes tipo I, la persona debe aprender a controlar sus niveles de glucosa. Esta forma de diabetes es menos grave pero mucho más común y suele ir asociada a problemas de sobrepeso y mala alimentación.
El impacto de ambas formas de diabetes en la vida diaria es muy amplio a medio y largo plazo. Desde la psicología es importante recalcar la fuerte influencia del estrés en los niveles de glucosa en sangre (debido a las llamadas hormonas del estrés), por lo que es fundamental tener en cuenta que conflictos familiares, de pareja, laborales, sociales, etc., pueden provocar ataques hipo o hiperglucémicos.
En diabéticos adolescentes y jóvenes también se presentan grandes problemas de adhesión al tratamiento (cumplimiento del mismo) debido a que muchos ven frustradas sus aspiraciones e ilusiones y además ven muy limitadas las cosas que pueden hacer (ciertos deportes, empleos, bebidas y comidas que pueden tomar, etc.).
Es muy común que la persona diagnosticada de diabetes se sienta impactada ante dicho diagnóstico, puesto que el mismo supone un cambio de vida radical y además debe enfrentarse al estigma social de ser un enfermo crónico.
Por todo esto, es muy importante no sólo ser conscientes de la necesidad de un tratamiento médico y farmacológico constante, sino también de la gran relevancia que tiene el tratamiento psicológico. Éste abarca prácticamente toda la evolución de la enfermedad: desde el afrontamiento del diagnóstico, la adherencia (cumplimiento) al tratamiento, el autocontrol glucémico, el control del estrés, hasta el resto de trastornos asociados a la diabetes (depresión, ansiedad, trastornos alimentarios, etc.).
La diabetes es una enfermedad grave que debe ser considerada por el enfermo como tal. Es importante que si usted o alguien de su familia padece diabetes tome las medidas psicológicas necesarias para poder convivir con esta enfermedad y mejorar su calidad de vida lo máximo posible.

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