Uno de los mayores problemas físicos actuales
es el aumento de peso que está sufriendo la población occidental. Los malos
hábitos alimenticios y el aumento de la vida sedentaria, han provocado, entre
otras cosas, desórdenes alimentarios de diversa gravedad. Este aumento del peso
suele ir asociado a otro tipo de complicaciones. Hoy vamos a hablar de uno de
estos problemas: la apnea del sueño.
La apnea, como comentamos anteriormente, es
un tipo de disomnia. Se define como la reducción periódica o cese de la
respiración durante del sueño debido a una oclusión (cierre) de la vía aérea superior.
Es mucho más común en hombres entre
40 y 50 años. En la mayor parte de los casos, suele haber exceso de peso,
hipertensión, ronquidos, consumo de tabaco y alcohol, etc.
Hay tres tipos de apnea:
- Obstructiva: Es uno de los
trastornos más frecuentes. Se produce por un bloqueo del paso del aire en
la garganta.
- Central: El cerebro deja de
enviar señales al aparato respiratorio, lo que provoca irregularidades en
la respiración. Es menos frecuente.
- Mixta: Suele empezar como
central y terminar como obstructiva.
¿Qué tipo de síntomas se suelen presentar?
- Somnolencia excesiva durante el día.
- Trastornos respiratorios.
- Trastornos cardiovasculares.
- Trastornos psicológicos.
En el caso de la apnea, el tratamiento que ha
demostrado ser más eficaz es la llamada Presión Nasal Positiva Continua (CPAP),
que consiste en una mascarilla unida a un generador de aire que administra un
flujo continuo del mismo a más presión de la normal durante la respiración.
Además de la CPAP, se recomiendan varios
tratamientos conductuales consistentes en reducción de peso, abandono del
consumo de alcohol y tabaco, y/o entrenamiento en cambios en la postura
corporal durante el sueño.
También hay tratamientos farmacológicos
variados y operaciones de cirugía en casos excepcionales en los que los demás
tratamientos no funcionan o no son recomendables.
Es importante detectar el problema de la
apnea lo antes posible, pero en este caso suele ser la familia la que percibe
el problema, ya que muchos de los pacientes no saben que sufren este trastorno
y creen que sus síntomas se deben a otras razones. Os recomiendo, por ello,
que si tenéis dudas consultéis a vuestra familia si roncáis o tenéis un ritmo
de respiración durante el sueño que resulte fuera de lo normal, y acudáis a un
especialista lo antes posible.
Publicado originalmente en el Blog Aprende a Escucharte.
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