miércoles, 29 de octubre de 2014

Buscando sentido a los sueños

Hoy finalizo las entradas sobre el sueño y sus trastornos más significativos. Hemos visto cómo los tratamientos psicológicos pueden ayudarnos a solucionar estos problemas para mejorar nuestra calidad de vida. Pero no quería cerrar este capítulo sin antes hacer unas reflexiones extra sobre el tema.
Es fundamental el papel del sueño en nuestro día a día. Y aunque la cantidad de horas diarias necesarias van variando según la edad, todos pasaremos durmiendo aproximadamente una cuarta parte de nuestra vida.
Pero, ¿qué pasa con los sueños? Esas imágenes y sentimientos en ocasiones son tan vívidas que les buscamos una interpretación, un significado más allá de nuestro cerebro. ¿Quién no se ha despertado alguna vez ansioso, preocupado, enfadado o feliz después de soñar algo concreto? A todos nos ha pasado alguna vez...
Nuestras emociones van ligadas a nuestros pensamientos y nuestro cerebro no distingue entre realidad y ensoñación. Muchas veces tomamos decisiones en base a estos sentimientos, y es importante ser consciente de la irracionalidad de los mismos. Que nos hayamos peleado con alguien en un sueño y nos despertemos molestos o dolidos, no significa que tengamos que pagarlo con esa persona en la realidad…
¿qué sentido tienen nuestros sueños? ¿Realmente podemos buscar una interpretación? Aquí las opiniones son tan diversas que podríamos pasarnos toda una vida buscando una sola respuesta.
Freud ya escribía sobre el tema en su obra “La interpretación de los sueños”, afirmando que nuestro inconsciente nos muestra nuestros mayores deseos durante el sueño, que nuestra parte reprimida y censora se expresa en ellos.
Uno de sus sucesores más conocidos, Carl Jung, siguió los pasos de su maestro en el estudio de los sueños, pero separándose de sus teorías y afirmando que nuestros sueños nos presentan un autorretrato expresado de manera simbólica y que éstos tenían un papel compensatorio, es decir, que nuestros sueños buscan el equilibrio entre nuestro consciente e inconsciente.
Desde entonces son muchos los autores que han estudiado los sueños. Algunos de los últimos estudios señalan que la función del sueño es ayudarnos a resolver problemas (Rachael Rettner, Deirdre Barret), aunque en nuestros sueños las situaciones se presenten de manera ilógica o irracional pueden ser una representación de lo que vivimos en el día a día.
Seamos de una opinión o de otra, dormir y soñar ayudan a reorganizar las ideas. Todos conocemos el dicho “consultar algo con la almohada”. Nuestro cerebro utiliza las horas de sueño para consolidar la memoria, descargar información no necesaria, generar sustancias que necesita nuestro cuerpo… Y las consecuencias de no dormir son tan peligrosas que pueden llegar hasta a provocar la muerte.
Así que os animo a cuidar vuestras horas de sueño, buscar solución a los posibles trastornos que sufráis y a ser conscientes de que nuestros sueños nos provocan emociones que no son necesariamente reales, pero que nuestro cerebro sí interpreta como tal.
Pasad un buen día y… Felices sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario